D. Antonio Mancera López
Presidente Nacional del Círculo Ahumada-Amigos de la Guardia Civil
Siempre que nace un medio de comunicación encaminado a informar a la sociedad de forma respetuosa y plural, ya sea en papel o digital, es una excelente noticia. Y si ese medio es altavoz de un Cuerpo tan digno que lleva por título Benemérita al día, es para quien esto escribe, un honor el recoger sin más ambages la invitación que se me realiza de trazar estas líneas.
Como ribereño al recoger la historia de la implantación de la Guardia Civil en Aranjuez, tengo el orgullo de evocar la fundación de este Cuerpo en España. El Real Sitio y Villa de Aranjuez fue uno de los puntos donde se instaló una de las primeras Casas Cuarteles, hoy desaparecida. Y, con la misma satisfacción, quiero reconocer también que desde los primeros compases de la Democracia en nuestro país, en Aranjuez se asienta la única Academia de Oficiales de la Guardia Civil de la nación, hoy llamado a ser el Centro Universitario de la Guardia Civil de referencia.
Para este español, nieto y sobrino de Guardias Civiles y Policías Nacionales, es impagable el honor que me corresponde ser parte familiar de un Cuerpo abnegado, altruista y lleno de sacrificios desde su fundación por el Duque de Ahumada.
La Guardia Civil es quizás, dentro del orden público y la seguridad del Estado, el mayor símbolo de lealtad, disciplina y abnegación de España. Me siento honradísimo como español viendo que, a pesar del inmenso servicio que prestan no solo en España, sino en muchos países del mundo, la Guardia Civil no está suficientemente reconocida y si muy mal tratada por determinados sectores de la sociedad. Pese a no contar con el reconocimiento de esos sectores, éstos reclaman la presencia del Instituto Armado cuando llega el momento necesario. Desde luego dicho Cuerpo cuenta con más apoyo y respaldo del pueblo español que de esas minorías.
Desde el más humilde servicio de la Casas Cuarteles que hay en España, hasta las más relevantes de sus especialidades o de las misiones de formación, orden y estabilidad en el mundo, la Guardia Civil sigue entregando todo a cambio de nada. La «piel verde» que viste este Cuerpo le hace ser de una clase especial como ejemplo de lo que debe ser un servidor de la ley, del orden y del ámbito humanitario. Mucha sangre, sudor y lágrimas «lleva encima» el uniforme del Benemérito Instituto, pero también mucho honor y épica en cada uno de sus miembros y familias.
Para todos ellos mi afecto y reconocimiento como español. Un Benemérito Instituto de tan hondo arraigo en la historia al servicio de España se merece mucho más que estas humildes palabras. ¡Honor y Gloria siempre a la Guardia Civil!
Un abrazo
José Luis Lindo Martínez
Cronista Oficial del Real Sitio y Villa de Aranjuez
Vocal de la Junta Rectora de la Real Asociación Española de Cronistas Oficiales
