SORTU

Sortu desempolva la campaña de ataques y amenazas que en los «años de plomo» puso a la Policía vasca en el punto de mira de la banda

«La Ertzaintza está entrando en una dinámica peligrosa»; «Señores de la Ertzaintza, cuando nos pegan sabemos responder y ustedes se están pasando». Estas son algunas de las muchas amenazas que durante los «años de plomo» Herri Batasuna lanzó contra la Policía autónoma vasca, varios de cuyos miembros fueron asesinados por ETA. Ahora, el presidente de Sortu, Hasier Arraiz, desempolva aquella campaña y acusa a la Ertzaintza de haber formado parte de la «maquinaria de guerra» del Estado español. La «policía no tiene que ser un enemigo para el pueblo».

Hasier Arraiz, que lejos de pedir perdón por la complicidad activa de la «izquierda abertzale» con el terrorismo, se afana por blanquear el pasado de ETA, insta a los agentes de la Policía vasca a que recen el «mea culpa». En declaraciones a Infozazpi, afirma que ha llegado el «momento de que algunos» hagan una visión crítica del pasado, porque «todos sabemos que lo han permitido e instigado», en referencia a los supuestos casos de malos tratos. Una autocrítica que el dirigente de Sortu no pidió a Jesús María Uribetxeberria Bolinaga, por asesinar a cuatro guardias civiles y por torturar, bajo tierra, durante más de 500 días, a José Antonio Ortega. Una autocrítica que tampoco ha solicitado a los etarras, identificados, que torturaron hasta la muerte a tres jóvenes gallegos en el sur de Francia. Autocrítica que tampoco ha pedido a Javier García Gaztelu, «Txapote», por someter a malos tratos a Miguel Ángel Blanco antes de asesinarlo a sangre fría.

Antes al contrario, Hasier Arraiz, como el resto de dirigentes de Sortu, creen que ETA es un «agente político» que ha demostrado su deseo de paz,. Además, el dirigente de Sortu asegura que, como la Ertzaintza, el Estado español es una «maquinaria de guerra». Ello, después de que el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno ordenara el ingreso en prisión del miembro de ETA Jorge Olaiz por el intento de asesinato en 2000 del concejal de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona Miguel Ángel Ruiz Langarica.

ABC