Cuentan que en Cuba la gente es feliz. Los que visitan el país caribeño describen una nación colmada de alegría y cultura.
Algunos afirman que el paraíso comunista ha sido instaurado en Cuba, y sus frutos pueden constatarse en la felicidad sin límites de sus ciudadanos, que sin complejos, bailan y cantan al son de la música en plena calle. Fidel Castro, el líder de la revolución, aquel que ha logrado exterminar todo influjo norteamericano en la bella isla. Un guía que a través de las décadas ha reeducado a su pueblo en los valores de fraternidad pura. Los politólogos comunistas de todo el mundo repiten incesantemente que el sistema sanitario cubano es excelente, un ejemplo para el resto del mundo. Un país en el cual un alto índice de la población estudia en la universidad. Un lugar donde el arte es valorado y amado, el buque insignia de la Cuba del siglo XXI. Relatos de viajeros en busca de sueños, sólo eso.
Para los ciegos comunistas de este mundo, Cuba es la arcadia feliz. Una clara distorsión de la realidad. Cualquier individuo competente sabrá que Fidel Castro es un tirano que vive rodeado de lujos y que posee una grandísima fortuna, oculta en paraísos fiscales. Su hermano y esbirro Raúl Castro ha sido elegido como sucesor de esta pérfida y perniciosa dinastía comunista. La gente en las calle se halla al borde de la depresión más profunda, pues tener casa y comida -muy escasa- asegurada no es garantía de bienestar social. La libertad de expresión brilla por su ausencia desde hace tantas décadas que muchos cubanos han olvidado «qué es la libertad» y «para qué sirve». Desde niños son educados en los absurdos principios ideológicos del marxismo. Un hecho que nubla su racionalidad para el resto de sus vidas. ¿Tendrá fin algún día esta burdo régimen utópico o será necesaria la invasión de los Estados Unidos de América? Sólo sé que ha llegado el momento de acabar con la mentira comunista-castristra. Hemos de reconocer a la Iglesia Católica el gran esfuerzo que ha realizado por acercar Cuba al mundo y viceversa.
Una isla de tales características, si tuviese la oportunidad de abrazar el capitalismo, rebosaría riqueza sin igual.
El difunto idiota, Hugo Chávez, siempre vio en el sistema cubano un ejemplo a seguir. Y su sucesor, el ignorante «in-Maduro», ha puesto en práctica en su totalidad las fantasías de su predecesor acercándose a la destrucción plena de Venezuela, siguiendo el referente cubano. ¿Estos señores tienen serrín en la cabeza?,¿no podrían tomar como ejemplo a la loada Noruega? No, prefieren jugar con su pueblo, y someterlo a experimentos ideológicos que han sido demostrado fallidos allá en donde han tenido lugar. El capitalismo no es un sistema económico perfecto, pero es capaz de proporcionar lo que el comunismo jamás podrá. Sin embargo algunos se obstinan en proseguir defendiendo a capa y a espada la miseria cubana, justificando tal paupérrima situación por el embargo que ha sufrido indefinidamente por Estados Unidos y sus aliados. Aquellos que se aventuren a alabar tamaño sistema político represivo no merecen el más mínimo respeto. ¿Acaso los «listos comunistas»; para los que Cuba es el cielo, no están de acuerdo con respecto a los derechos humanos?
La isla, que una día fue parte de España, es una suerte de cárcel nacional, donde no existen ciudadanos sino presos de un sistema político, económico y social depauperado. Una pesadilla diabólica a la que deben sobrevivir los «presos cubanos». Todas las dictaduras fascistas han sido condenadas internacionalmente, pero los regímenes comunistas no han sido medidos con el mismo rasero. Bajo la aparente bondad de los postulados marxista-lenininistas se esconde la clave de la envidia más extrema jamás concebida al prójimo. El comunismo produce sentimientos tales como: ateísmo infundamentado, frustración existencial, falsa fraternidad, ociosidad viciosa, paranoia inducida, etc…Todo lo afirmado es tan cierto como que el sol sale cada mañana. ¿Quieres que el presidente de tu país tenga como referencia a este infierno terrestre comandado por diablos?.¿admiras a los propulsores de estas dictaduras criminales? Aléjate de la izquierda y verás la luz.
Artículo escrito por Jesús Kuicast.
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