Se manifiesta el síndrome en aquellas personas que habiendo sido pisoteados sus derechos básicos, en vez de sentirse heridas y vejadas, comprenden y defienden a sus verdugos.
Pondré un ejemplo entre los varios que conozco personalmente. NNNN teniendo por lengua materna el español, (es originario de Castilla la Mancha) cuando “disfrutó” de muy niño del martirio de la inmersión lingüística sufrió lo indecible. Casi todos los días volvía a casa llorando. De adulto “vio la luz” del nacionalismo y “comprende” que es un error que en Cataluña los padres hablen con sus hijos en español, su idioma materno.
La inmersión lingüística es un genocidio porque impide a una parte de los españoles expresarse en su idioma habitual, el español, que además es el idioma oficial de España y de sus regiones, una de las cuales se llama Cataluña. Otra forma de genocidio consiste en la deformación que en Cataluña se hace de la Historia de España a través de los planes oficiales de estudio que se aplican en todos los niveles de la enseñanza. Los actualmente vigentes (con el consentimiento reiterado de PP y PSOE) en esta región española, suponen no sólo que se priva a esos españoles de conocer la historia de su patria al presentársela deformada, sino lo que aún es más grave se les educa en el odio a su patria, España y a sus antepasados.
Como los jenízaros (tropas del ejército turco, formadas por varones que en su niñez fueron raptados en poblaciones cristianas y educados en el islam y en el odio a los cristianos) los alevines de nazinalistas también se caracterizan por el odio a su madre patria. Prueba de ello lo tenemos en los resultados electorales. En las elecciones generales de 1977 los escaños obtenidos por los nazinalistas en las provincias de Cataluña fueron 12 de un total de 48. En las elecciones autonómicas catalanas de 1980 los escaños alcanzados por esos enemigos de España fueron 57 de un total de 135. La situación inicial era el resultado de 40 años de gobierno autoritario, que no dictatorial, del general Franco. La final, el resultado de 40 años de genocidio nazinalista.
Ejemplos de gobierno dictatorial y de sus consecuencias pueden verse hoy día en Cuba, anteriormente en Cataluña, durante el desgobierno del asesino Lluis Companys y previamente a la caída del muro de Berlín en los Países del Este (Rumanía, Bulgaria, Polonia, Yugoeslavia, etc.) y en la misma Rusia, de lo que tenemos sólo un pálido reflejo en España por las oleadas de emigrantes que nos invaden. Este comportamiento de los nuevos jenízaros (cuya responsabilidad comparten los políticos del PP y PSOE al consentir que en territorio español se promueva en los estudios oficiales el odio a España) es especialmente alevosa porque la población española que emigró allí eligió como destino de su migración un lugar donde ni dejaban de estar en España ni tampoco dejaban de comunicarse en su idioma, el español.
Si el único factor que tuvieron en cuenta cuando emigraron desde sus lugares de origen (Albacete, Teruel, Orense, etc. etc.) hubiera sido el incremento de sus ingresos se hubieran dirigido a Suiza, Alemania o Francia porque esos ingresos hubiesen sido mucho más elevados. De modo que con la inmersión lingüística se les enajena de un derecho fundamental y con la deformación de los conocimientos históricos y el fomento del odio a España basado en mentiras se les priva de una parte de su patrimonio cultural. Doble genocidio amparado/silenciado por la Iglesia Católica catalana y por la española.
¡Pobre España!
ANGEL BOYA BALET