Los agentes encontraron un vehículo totalmente parado en la A-1 ocupando uno de los carriles de circulación. Al identificar al conductor observaron claros síntomas de haber ingerido alcohol y de encontrarse bajo su influencia. Arrojó resultados positivos en la prueba de alcoholemia de 1’23 y 1’17 mg/l lo que supone casi quintuplicar la tasa máxima permitida
12 de julio de 2021.- La Guardia Civil del Subsector de Tráfico de Burgos ha investigado a una persona como presunta autora de un delito contra la seguridad vial por conducir un vehículo a motor bajo la influencia de bebidas alcohólicas superando las tasas establecidas.
Los hechos ocurrieron en la madrugada del pasado martes 6 de julio, cuando una Patrulla en servicio por la autovía A-1, a la altura del kilómetro 238 en las proximidades de la capital, observa la presencia de un turismo parado, ocupando uno de los carriles de circulación, situación que creaba un serio peligro para la seguridad vial.
Los guardias civiles comprobaron que en su interior se encontraba su conductor que fue identificado; requerido para que explicara los motivos de dicha situación, no supo dar una respuesta lógica, encontrando indicios evidentes de que había ingerido alcohol y de encontrarse bajo su influencia, por lo que solicitaron el apoyo de un Equipo de Atestados e Informes del Subsector de Tráfico para que realizaran las pruebas y test pertinentes.
Practicada la prueba de alcoholemia mediante el aire espirado arrojó resultados positivos 1’23 y 1’17 mg/l, lo que supone casi quintuplicar la tasa máxima permitida de 0’25 mg/l, establecida para este grupo de conductores, por lo que fue investigado como presunto autor de un delito contra la seguridad vial.
Las diligencias instruidas serán entregadas en el Juzgado de Instrucción de Nº 2 de Lerma.
La ingesta de bebidas alcohólicas así como la de drogas y sustancias tóxicas influye en el conductor de un vehículo con la disminución de la capacidad sensorial, de reflejos y de atención en la conducción, desvirtuando la percepción de la realidad, determinando una conducción inapropiada y creando un concreto peligro para la vida propia y del resto de los usuarios de la vía, aumentando exponencialmente la posibilidad de sufrir un siniestro vial.
Estas conductas al volante podrían conllevar administrativamente hasta 1.000 € de sanción y penalmente podrían ser castigadas con la pena de prisión de tres a seis meses o con la de multa de seis a doce meses o con la de trabajos en beneficio de la comunidad de treinta y uno a noventa días, y, en cualquier caso, con la de privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por tiempo superior a uno y hasta cuatro años.