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Nuevo articulo de opinión del colaborador de Benemerita a dia D. Angel Boya Balet

ESPAÑA VERSUS CATALUÑA

Ángel R Boya Balet


En las elecciones generales de 1977 los escaños obtenidos por los nacionalistas en las provincias de Cataluña fueron 12 de un total de 48. En las elecciones autonómicas catalanas de 1980 los escaños alcanzados por esos independentistas fueron 57 de un total de 135. Esta situación era el resultado de 40 años de gobierno autoritario, que no dictatorial, del general Franco. Ejemplo de gobierno dictatorial y de sus consecuencias puede verse hoy día en Cuba y anteriormente a la caída del muro de Berlín en los Países del Este (Rumanía, Bulgaria, Polonia, Yugoeslavia, etc.) y en la misma Rusia de lo que tenemos sólo un pálido reflejo en España por las oleadas de emigrantes que nos visitan.

La situación en Cataluña hoy tras otros 40 años de gobiernos nacionalistas se ha traducido en que en las elecciones generales de 2011 los nacionalistas obtuvieron 36 escaños de un total de 49 y en las autonómicas de 2012 obtuvieron 107 de un total de 135.

El motivo del enorme cambio en la ocupación de escaños ha sido que en estos 40 últimos años los nacionalistas han dispuesto de todas las herramientas imaginables para difundir su mensaje independentista desde el puro soborno a la mentira flagrante y al atentado terrorista con víctimas mortales (caso entre otros del industrial Bultó, al que adhirieron al pecho una bomba lapa que hicieron explotar), pero me limitaré a las dos que considero fundamentales:

Una ha sido la Educación desde la que sin ningún rubor se ha difundido y contagiado a cada generación de catalanes desde hace 40 años el victimismo de una Cataluña privada de libertad y explotada por la pérfida y subdesarrollada España, según ellos, lo que lleva a los escolares al odio a España. Odio que va creciendo más y más conforme muevas generaciones entran en la trituradora de la educación nacionalista. Sin que ni PP ni PSOE propongan sacar del fuego el caldero de la mentira y del odio a España en que se ha convertido el sistema educativo en Cataluña.

La Educación supone no sólo una inmersión lingüística, que constituye un genocidio (priva a los niños hispanoparlantes del derecho básico a la educación en su propio idioma), sino una inmersión ideológica por la que se impone a los escolares y por lo tanto a los futuros adultos una serie de falsedades que han condicionado, condicionan y condicionarán más aún en el futuro (habrá más intoxicados por la educación nacionalista y serán por biología menos los libres de ella) a los catalanes fundamentalmente en su relación con España.

Pondré algunos ejemplos de estas falsedades, aunque los textos de historia que se enseñan en Cataluña están plagados de ellas siempre fomentando el victimismo, es decir el odio a España.

Según la doctrina oficial del nacionalismo catalán el Compromiso de Caspe no fue un acuerdo libremente pactado sino una imposición del ejército castellano. El reino de Valencia fue colonizado por catalanes fundamentalmente, aunque se sabe que Bofarull tuvo que falsificar los documentos medievales originales para poder afirmarlo. La lengua catalana es una creación del pueblo de Cataluña, aunque se sabe que es sólo un fragmento de un mosaico de dialectos que forman una misma lengua con los dialectos occitanos. Los nacionalistas se apropian de las creaciones literarias de sus vecinos valencianos y baleáricos aunque se sabe que el siglo de Oro de la literatura valenciana, nada tiene que ver con Cataluña, como tampoco Raimundo Lulio. A falta de mejores personajes históricos consideran suyo a Roger de Flor quien jamás pisó Cataluña e idolatran a Lluis Companys como un héroe, aunque se sabe que fue un cobarde, un asesino y un genocida. Difunden que la jornada del 11/IX/1711 fue una batalla por la independencia de Cataluña, cuando la lucha fue en defensa del legítimo rey de España. Mantienen que España nos roba, aunque se sabe que falsifican las cifras de los intercambios España-Cataluña para justificar el victimismo, como también se sabe que Cataluña a nivel mundial goza de un régimen económico privilegiado. Etc. etc.

La otra herramienta ha sido el control de los medios de comunicación con arreglo al más estricto totalitarismo para conseguir trasladar a los catalanes que Cataluña es una nación, que España no sólo les roba sino que les ha privado de libertad e independencia así como que Cataluña tiene una cultura propia y prestigiosa. Para ello han dispuesto de TV3 con todas sus filiales y derivadas y de los demás medios públicos de comunicación así como de los privados convertidos, por el procedimiento de las jugosas subvenciones, en dóciles marionetas, que bailan gustosas al son que toca el mandamás de turno en la Generalidad para adoctrinar a los catalanes.

Bajo el pretexto de la gobernabilidad de España CIU ha arrancado a PP Y PSOE continuamente jugosas y siempre insuficientes tajadas económicas y ha ido incrementando sin límites los límites de la autonomía política catalana hasta niveles inimaginables por estados oficialmente federales. Esa ha sido la colaboración de Cataluña a España.

La situación al día de hoy es que junto a unas masas fanatizadas que creen en una Cataluña, dechado de todas las virtudes (y misteriosa e incomprensiblemente sometida por la muy inferior en todos los sentidos España, según ellos) se encuentra una casta política que sabe de las flaquezas de la estructura del edificio nacionalista construido sobre falsedades, algunas descritas más arriba. Casta que sólo pretende vivir del cuento de las transferencias de España. Para los previstos Juegos Olímpicos de Invierno de 2022 el alcalde de Barcelona Xavier Trias pretende, al tiempo que proclama su deseo de independencia de Cataluña, que el 52% del presupuesto (3.262 millones de euros) de esos Juegos corra a cargo del Estado Español, valga como ejemplo.

Por todo esto resultan superficiales e inadecuadas las propuestas provenientes del PP y del PSOE que reducen a cuestiones económicas las discrepancias Cataluña vs España.

Desconocen que tras estos cuarenta años de entregas continuas de dinero y de incremento de autonomía hasta límites inimaginables, la codicia catalana no conoce límites y también desconocen que la actitud esencial de la mayoría de los catalanes hacia España es de rencor. ¿Cómo puede integrarse Cataluña en España si no se cesa en el fomento del odio de los jóvenes catalanes a España desde la educación en la más tierna infancia? ¿Vale la pena mantener una aparente unidad de España, mientras la mayoría de los catalanes no quieren ser españoles, detestan y desprestigian a España (selecciones deportivas catalanas, etc. etc. o mientras se concede a Cataluña privilegios, excepciones y distinciones de todo tipo, incluyendo transferencias financieras multimillonarias que deberán detraerse de regiones españolas más desfavorecidas?

Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda:

“Con diálogo y buscando coincidencias se hallarán soluciones para una financiación correcta”

“Actuaremos (desde el Gobierno) para que la ciudadanía catalana entienda que España le conviene porque es capaz de resolver sus problemas”.

José Manuel García-Margallo, ministro de Exteriores:

“Las cuestiones lingüísticas, las financieras y las infraestructuras son las causas más importantes de la desafección que siente una parte de la sociedad catalana”

“Debemos buscar una fórmula que permita a Cataluña encajar en España a través de una reforma de la organización territorial del país, respetando la unidad de España y una revisión del modelo de financiación”.

COMENTARIO:

Ambos ignoran la educación y adoctrinamiento en el odio a España de los catalanes jóvenes y adultos. Desconocen la demostrada e insaciable codicia de los políticos catalanes. Suponen que la integración histórica de Cataluña en España no existe o que España es una mercancía vendible.

 

Alfredo P. Rubalcaba, secretario general del PSOE:

“hay que reformar la Constitución para revisar lo que no funciona y conseguir así salvar la convivencia”. “… la fórmula no puede ser otra que revisar las relaciones (entre Cataluña y el resto de España) porque están mal y revisar también “las normas de convivencia porque están agotadas”

COMENTARIO:

No señala ninguna otra dirección que la de debilitar la unidad de España, ni tan siquiera hace un diagnóstico del mal a corregir.

Para resolver los problemas, en este caso el de la integración de Cataluña en España, hay que poner los pies en la tierra, lo que implica como primer paso reconducir la falseada y malintencionada educación que se proporciona en Cataluña y suprimir el totalitarismo que utiliza el gobierno catalán con los medios de comunicación para adoctrinar a los catalanes.