«Felipe sabrá lo que es sufrir cuando sus hijas estén bajo los escombros», rezaba un manuscrito guardado por el líder de la última célula yihadista desarticulada el pasado viernes en España. Se trata de un documento en el que se recogen amenazas a la Familia Real.
El presunto cabecilla yihadista negó ante el juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez que el documento fuera suyo cuando le fue tomada declaración. Aseguró que, aunque era suyo, se trataba de un documento encontrado en Google que él se limitó a traducir.
Un extremo que descartan fuentes de la investigación a las que ha tenido acceso el diario La Razón, quienes apuntan a que la autoría del escrito estaría en la célula desarticulada. Y es que, según estas mismas fuentes, «el texto es muy desagradable y trasluce la radicalización de estas personas».
El detenido se encargaba de editar vídeos de apoyo y reclutamiento en favor del terrorismo yihadista. En uno de ellos puede verse cómo inculcaba a su hijo de dos años las ideas radicales del Estado Islámico. En otra grabación que se le ha incautado, el presunto yihadista aparecía practicando artes marciales bajo el título ‘Entrenamiento del Estado Islámico en España’.
Del mismo modo, fue captada una conversación suya en la que se jactaba de trabajar para el líder del Daesh (siglas en árabe del Estado Islámico), lo que terminaría de fundamentar los cargos de integración en organización terrorista, enaltecimiento del terrorismo, difusión pública de consignas terroristas y captación, adiestramiento y formación terrorista.
Siete de los ochos yihadistas detenidos en el marco de esta operación, llevada a cabo en diferentes provincias de España, ya están en la cárcel desde este domingo a instancias del juez Bermúdez.
EL ECONOMISTA