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Articulo de opinion de Antonio Mancera Cardenas, Guardia Civil retirado por accidente en acto de servicio, socio de Circulo Ahumada y colaborador de Benemerita al Dia.

LA «FOTO» de mi «PILAR»

Quería mandar una foto de mi celebración del Pilar, pero me he dado cuenta que no he traído la cámara, ¡desde los 15 años con la cámara a cuestas, y hoy se me olvida!, o no.

Aunque la foto voy a mandarla igual, no hay problemas, dicen que una imagen vale más que mil palabras, imagino entonces que por aquello de la ley de reciprocidad, que al contrario será lo mismo, más de mil palabras valdrá lo mismo que una fotografía, ya puestos voy a hacer todo un reportaje.

Llega el día 12, para nosotros el Gran Día, así en mayúsculas, el día del Pilar, el día de mi Patrona, de la Patrona de mi familia, la que hemos acogido, la Patrona de mi Guardia Civil, y por si fuese poco el santo de mi hija María del Pilar, de Pilar.

Hace años hice una promesa, tras mi accidente salí del hospital, por mi propio pie, con secuelas graves, pero por mí mismo, me dijeron que podía perder la pierna y tras cuatro operaciones, todavía puedo ambular, deambular y pasear sin ayudas, puedo ambular es decir, ir de una parte a otra, puedo deambular o lo que es lo mismo, caminar sin dirección determinada y puedo pasear, andar por distracción, con dolores eso sí, pero por mí mismo, se lo debo a mi Virgen del Pilar, a Ella le pedí ayuda y Ella sin duda me la dio. Y entonces hice las promesas, asistir a su Casa cada dos o tres años, y acompañarla, estar junto a Ella, junto a mi Virgen del Pilar, en su día, que es el mío, de uniforme, y hasta ahora voy cumpliendo.

Cada año cuando cumplo “religiosamente” con lo prometido, siento la alegría, la satisfacción de haber cumplido mi promesa un año más, aunque poco después siento tristeza, cada vez estoy más cerca de no poder hacerlo, hace poco me dio el “trauma” la “orden” de no forzar la rodilla, le queda una vida útil de entre cuatro y seis años, mi pregunta ¿pero pasear puedo?, ¡ni pasear!; así que cada vez más cerca de no poder cumplir, en fin todos los años que llevo de “vida normal” no me los quita nadie y esos años se los debo a Ella.

Y ahora empecemos con el reportaje, este año parecido al anterior, en la Iglesia sentado con mi familia, dispuesto a cumplir mi promesa, la Virgen frente a nosotros, a la derecha del Altar, hemos comentado que la vemos menos decorada que años anteriores, me dice mi mujer que el único centro que tiene la Virgen este año, de rosas rojas y amarillas, lo ha encargado la madre de Javi, un compañero, un amigo, destinado lejos, los de aquí no han llevado ninguno, el manto es el de siempre, uno azul de raso, muy bonito, el suyo, detrás una bandera de España, pienso, al menos le han puesto la bandera, alguien me llama por detrás y me giro, es una señora mayor, todavía no han llegado los guardias con las autoridades, estamos esperando, me dice que me ponga delante, que tenemos bancos reservados, miro y es cierto, hay varias filas de bancos con unos papelitos donde pone “reservado”, le digo es igual aquí estamos bien, aunque lo cierto es que no estoy invitado a sentarme con mis compañeros, no me han dicho nada, otros años, cuando no estaba el actual Comandante de Puesto, me avisaban para adecentar el Cuartel, me pedían “mis cosas”, como yo las llamo, para decorar, tricornio de gala, cuadros de guardias antiguos, emblema del Cuerpo, alguna estatuilla y mi Virgen del Pilar, la de mi casa, que con gusto cedía para este día, me sentía orgulloso de hacerlo, me decían “el día 12 a las 11:30 aquí, para ir todos juntos a la Iglesia”, este año como el anterior nada de nada, también es cierto que estos dos años “el Pilar”, lo hace solo el Comandante de Puesto, los guardias lo celebran entre ellos, y yo les acompaño, pero no en el Cuartel.

Al poco tiempo de estar en la Iglesia, oímos la Banda de Música llegar, los primeros en pasar el sargento y el alcalde, detrás la comitiva, ¿guardias?, si vienen algunos de uniforme, familias, concejales, reinas de las fiestas y todos se van sentando en su sitio “reservado”, este año la iglesia no se ha llenado, la gente esta vendimiando, se acerca un cabo a saludarme, estuvo destinado aquí y siempre me he llevado bien con los compañeros, con todos, eso significa que me han visto, no es difícil no hay tanta gente, agradezco el gesto del cabo, los demás no me conocen, el sargento mira, ¿no le parecerá bien mi presencia de uniforme?.

Se colocan, el sargento junto al alcalde, separados del resto, ¿hoy también hay distinciones?, ¿el poder militar supeditado al poder civil?, o es que hay que agradecer que el ayuntamiento, que todos los vecinos hayamos preparado y pagado la fiesta, no hay que pensar mal, no es día para eso, es el día de la Virgen del Pilar y no hay que tener malos pensamientos, en los primeros bancos un sargento primero, el suegro del Comandante del Puesto, al lado su amigo, un alférez-alumno, junto a este un compañero de la Policía Nacional, del pueblo, también él pasó por mi banco a saludarme en cuanto me vio en la Iglesia, en el otro banco delantero, más guardias, un compañero del Puesto de al lado, por cierto me cuentan sus compañeros que andan un poco enfadados, se comprometió este año a preparar junto a ellos el Pilar en su propio Puesto y les ha dejado colgados, y junto a él, una vez más vestido de uniforme, con el beneplácito del propio Comandante de Puesto, un guardia «al parecer» expulsado por mala conducta; lo que hay que hacer, lo que hay que tragar por el que dirán, para aparentar, para no encontrarse solo en la Patrona, también pienso que la dignidad y el buen nombre de la Guardia Civil deberían prevalecer, y no permitir que alguien que ha «supuestamente» deshonrado el uniforme se lo ponga y, se siente al lado de quien lo debería llevar con honor; ya en los bancos de detrás, los familiares y un guardia del Puesto, el único que acompaña este año al sargento.

Da comienzo la celebración, y empiezan las equivocaciones en las lecturas, no han preparado nada, al parecer la ceremonia religiosa no importa, es un mero trámite para llegar al “vino español”, entonces ¿para qué van y se comprometen?, el cura tiene que ir diciendo, “no, no, ahora no va eso”, “espera un poco”, y así llegamos a la Comunión, la Banda se ha instalado junto al Coro y en un momento dado suena el Himno Nacional, me pongo firme y observo, el sargento sigue hablando con el alcalde, han estado así toda la Misa, hablando y riendo, no respetan la celebración de la Eucaristía, tampoco el Himno Nacional, vuelvo a pensar que para que va la gente a la Iglesia si no saben comportarse en la misma.

Una vez acabada la Misa, y mientras el coro canta una Salve final, la gente va saliendo y aprovecho para salir yo también, no quiero quedarme mucho tiempo, solo he ido para estar junto a mi Virgen del Pilar en su Día, he podido cumplir un año más mi promesa.

He quedado para tomar un refresco, junto a un compañero, en el Casino, está en la misma plaza y estando allí nos enteramos de otra pantomima, han arriado la bandera de España del monumento a los caídos, ¡para volver a izarla!, una pantomima como digo, cosa del alcalde me han contado después, todo el sequito se ha puesto frente al mástil y el cabo y un guardia se prestan al teatro, yo he salido, me he colocado para poder saludar a la bandera y al Himno, como es mi obligación, aunque lejos de toda la comitiva, suenan los acordes del Himno Nacional, saludamos y comienzan a izar la bandera, me fijo desde donde estoy como se van desarrollando los acontecimientos, y observo como en un momento dado, mientras todos seguimos saludando, el sargento baja la mano, deja de saludar, mira a los lados, se da cuenta que los demás siguen con el saludo y rápidamente vuelve a saludar, no han terminado de izar la bandera, no ha terminado el Himno Nacional, sonrío. Acabado el teatro, que la gente ha seguido sentada en sus mesas en la terraza, sin el más minimo interés, se marchan hacia el Cuartel.

Hasta aquí el reportaje oficial, ¿me duele la situación?, si, sobre todo por los compañeros que quieren celebrar el Pilar y no pueden hacerlo y por sus familias, ¿me molesta?, la verdad es que no, yo seguiré con mi Pilar, cuando pueda celebrarlo con los compañeros lo haré, cuando no, seguiré haciéndolo con mi familia, en cuanto al reportaje particular es mucho más largo, comenzó la víspera, juntándonos a comer en casa de un amigo común, los compañeros y la familia, seguimos con la cena de por la noche y al día siguiente tras la Misa nos fuimos al restaurante, después fiesta en el Puesto de al lado, en el Cuartel, con los verdaderos compañeros, con aquellos que te aprecian de verdad, hasta altas horas de la noche.

El domingo, alguien me para y me dice, “¿no estuviste en el Cuartel?, no te vi”, no, no estuve, “tampoco estuvieron los guardias de aquí, pasé y no conocía a nadie”, no sé, le contesté, pienso que no hay que echar más leña al fuego.

Recuerdo ahora las palabras que dictó el entonces Director General Excmo. Señor Don Ángel Aznar Butigieg, en 1913, para la celebración del primer “Pilar” en la Guardia Civil: “Una fiesta del compañerismo, en la que los componentes de cada acuartelamiento se reúnen para rezar por sus compañeros caídos en acto de servicio y por el duque de Ahumada, organizador y primer Inspector General del Arma”, que lejos quedan aquellas palabras.

La celebración de la fiesta del Pilar en la Guardia Civil, va más allá del mero sentido religioso, de la devoción, que para los que hemos nacido, y crecido bajo el manto protector de nuestra Madre María del Pilar, es muy importante, significa además para nosotros los guardias civiles, compañerismo, amistad, familia, alegría, es recuerdo de los que se fueron y reconocimiento por su legado, y admiración, gratitud, simpatía, para aquellos que ese día se acercan a acompañarnos en nuestra casa, y que triste tiene que ser para el vecino que se va a felicitar a sus guardias y no los encuentra, porque alguien, ha decido hacer suya una fiesta que es de todos, como si de su propio cumpleaños se tratase, ha hecho del Cuartel su cortijo, que buen fichaje sería para esas Asociaciones que quieren desterrar de los cuarteles a la Virgen del Pilar, se cargaría el solo el espíritu del Pilar. No entienden algunos que la Virgen del Pilar no hace distinciones entre sus hijos, para ellos todos somos iguales, tanto el general como el último de los guardias, ya he dicho en más de una ocasión que Ella, es la mejor de las Madres.

En mi caso, ya os he contado que es algo más, escribía estos días mi amigo y compañero de Academia José Ángel, en facebook: “Sea por edad, sea por pérdida de condiciones psicofísicas, NO ERES UN TRASTO VIEJO, no eres solamente alguien que vive de una pensión sin prestar servicio, sigues siendo guardia civil, eso sí, en situación de retirado, SIGUE SINTIÉNDOTE ORGULLOSO, no te escondas, no des explicaciones, durante años prestaste un servicio valioso para el ciudadano, para tus compañeros que ahora te han cogido el testigo”. Y yo me siento orgulloso, de lo que he sido, de mi pasado, de mi presente y de mi Virgen del Pilar, y nadie me va a quitar la ilusión cada 12 de octubre, y por supuesto ni voy a dar explicaciones, ni me voy a esconder, seguiré hasta que pueda poniéndome el uniforme una vez al año, para acompañar en su día a mi “Pilarica”, y cumplir una promesa.

Conseguido, 2000 palabras, dicen que una imagen vale más que mil palabras y he realizado todo un reportaje fotográfico con menos de 2000 palabras.