Hace ya más de 30 años, alguno que no era guardia civil (porque no le dejaron) decidió serlo y comportarse como tal, sin llevar uniforme, sin figurar en el escalafón, pero con los mismos valores que aquellos primeros guardias civiles que en el sigo XIX empezaron a pasear el verde y el tricornio por todos los rincones de nuestra querida patria.

No podían los guardias civiles tener mejores amigos desde entonces que todos los que formaron y forman el Círculo de Ahumada. No podía la Guardia Civil tener mejores embajadores que esos (guardias) civiles que desde aquel 1988 defienden, a capa y espada, las virtudes, el honor, la historia y el presente de nuestra querida Institución. Pocos han hecho tanto por tantos, y con menos. Y nuestra obligación, la de los que sí portamos uniforme y tricornio, es darles las gracias siempre que tengamos ocasión. Hoy lo hago yo, de corazón.

No es fácil encontrar hoy en día actuaciones desinteresadas, positivas, nobles y puras; el Círculo de Ahumada, con mi amigo el gran Antonio Mancera López a la cabeza, es un buen exponente de ese comportamiento ejemplar. Hace años que los conocí y siempre han estado ahí, en los buenos y en los malos momentos, siempre defendiendo y apoyando a todos y a cualquier guardia civil, y sobre todo al Cuerpo. Gente buena que tiene en común el amor a la Guardia Civil, y que dedica todo su tiempo libre a engrandecer a la Benemérita por los cuatro costados. Incansables y superando todas las adversidades, cada día están ahí, y se les puede ver y leer en el digital “Benemérita al Día”, con mi otro amigo Mancera, al frente.

Para vosotros también rige nuestro lema: “Todo por la Patria”. Gracias, de corazón.

Además de ser acreedor a su cariño y apoyo desde hace unos años, este pasado viernes tuve el honor de recibir de manos de su presidente, y acompañado por otros miembros de la Junta Directiva, un reconocimiento a mi trayectoria profesional. Fueron unos momentos muy emotivos que puedo resumir en dos palabras: COMPAÑERISMO y AMISTAD. Pocas cosas hay más importantes en la vida de los guardias civiles, de los militares, y de cualquier persona. Valores hoy en desuso pero que muchos añoran, y que ahora que uno va cerrando páginas de su vida se convierten en un verdadero tesoro.

Compañeros del Círculo Ahumada, Amigos de la Guardia Civil y de todos los guardias civiles, los que estuvieron y los que están, GRACIAS por todo lo que hacéis y por cómo lo hacéis. Quedo a vuestra disposición. Un fuerte abrazo.

Manuel Ángel Sánchez Corbí

Coronel de la Guardia Civil