Juan (nombre supuesto) ha pasado un calvario judicial para ser reconocido como víctima del terrorismo de ETA, pero ahora es su hija la que se ha topado con un inverosímil obstáculo administrativo: el Ministerio del Interior le ha comunicado, en pleno mes de agosto, que no puede beneficiarse de una ayuda al estudio como familiar de víctima por un supuesto error de plazos. Un fallo que el abogado de la familia sostiene que es falso.
Juan tuvo la relativa suerte de ser el único guardia civil que no resultó herido físicamente en un atentado de la banda terrorista en Navarra, en 1980, en el que un compañero resultó fallecido. Pero las secuelas psíquicas motivaron, 23 años después, su incapacitación. Aún así tuvo que luchar en los tribunales para que la Audiencia Nacional le declarase víctima, una decisión inédita de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, ya que por lo Penal no lograron su reconocimiento.
Pero sus cuitas con la Administración no se acabaron. Ahora han comunicado a su hija que no puede beneficiarse de la citada beca, aún habiendo acreditado que es familiar de víctima y con el beneplácito de la Abogacía del Estado, que se allanó a la petición. La decisión, según explicaba el letrado de la familia, Santiago Palazón, es sorprendente por varios motivos.
En primer lugar, por la fecha de comunicación, el 4 de agosto, que de no ser porque su despacho no cierra en verano hubiese hecho imposible que la familia recurriera a tiempo. En segundo, porque es una resolución sin fecha ni firma. En tercero, porque es «mentira» que presentaran la solicitud fuera de plazo. Y en cuarto, porque supone la apertura de un procedimiento nuevo para la denegación, una decisión que no compete a Interior.
EL PERIODICO DE ARAGON