Junto a la costa este de Pohnpei, una isla de los Estados Federados de Micronesia, se encuentra esta gran ciudad prehistórica. Está formada por unas 100 islas artificiales y es la única ciudad antigua construida sobre un arrecife de coral.
Nadie está seguro de cuáles son los orígenes de aquel lugar, ni cuál sería la razón de construirla allí, tan lejos de la comida y el agua potable. Sin embargo, las ruinas cuentan miles de historias. Echa un vistazo a la galería para dar un paseo por la zona y viajar al pasado. Las ruinas consisten en 92 islotes artificiales construidos sobre arrecifes de corales, que están conectados por una red de canales, como si fuese Venecia.
Nan Madol significa «espacio en medio», que hace referencia a los canales, sí, pero también alude a la leyenda de que la ciudad está encantada por fantasmas. Se trata de una maravilla de la ingeniería, construida a base de grandes rocas de basalto cuando todavía no disponían de las herramientas modernas.
Las enormes paredes de basalto miden 7,6 metros de alto y 5 metros de ancho en algunos puntos. La datación por carbono indica que algunas estructuras tienen unos 900 años, pero los islotes son todavía más antiguos: del siglo XVIII o XIX d.C. Las piedras de basalto al parecer provienen del otro lado de Pohnpei, de una zona volcánica donde el magma se había endurecido en la falda de un volcán activo. Los arqueólogos desconocen cómo movieron las rocas hasta allí, ni cómo las colocaron a tanta altura, sobre todo, teniendo en cuenta de que no disponían la tecnología que existe ahora.
Las primeras pruebas de presencia humana datan del siglo I o II a.C., según Atlas Obscura, aunque poco se sabe de la etnia que habitaba esta zona.
El esfuerzo requerido para construir aquellas estructuras megalíticas está a la altura del necesario para levantar las pirámides, ya que se estima que el peso de las rocas ronda las 750.000 toneladas métricas. Los expertos han sugerido que tal vez usaron balsas para transportar las rocas al arrecife, pero todavía no hay teorías sobre cómo las sacaron de las canteras o cómo fabricaron las impresionantes estructuras. Los 92 islotes son muy parecidos entre sí y tienen formas geométricas, pero nadie sabe la razón.
Las leyendas llenan los vacíos que la ciencia no puede explicar, y la cultura popular cuenta que dos brujos, Olisihpa y Olosohpa, que eran gemelos, construyeron la ciudad.
¿Por qué alguien construiría una ciudad en medio del océano, tan lejos de cualquier otra civilización?