11-11-la risa de las hienas

Antonio Mancera Cárdenas

 

Articulo de opinión de Antonio Mancera Cárdenas, socio de Circulo Ahumada-Amigos de la Guardia Civil-, colaborador de Benemérita al Día y Guardia Civil retirado por Accidente en Acto de Servicio.

 

 

LA RISA DE LAS HIENAS.

 

Es imposible permanecer callado, lo he intentado, por los compañeros, por los amigos, por los conocidos víctimas de estos asesinos, para no agravar su dolor, pero creedme es imposible viendo como cada día un asesino sale a la calle por esa injusta sentencia del mal llamado Tribunal de Derechos Humanos, más bien de Derechos para inHumanos o de Desechos Humanos, como queráis llamarlo.

Y es imposible permanecer callado porque viendo a estos asesinos en la calle, riendo, riéndose de sus víctimas, riéndose de todos nosotros, se me revuelve el estomago. Esa sonrisa, esa risa de hienas satisfechas tras la carnicería, es un tiro más, una bomba más, una verdadera puñalada en el corazón, no solo para las víctimas y los familiares de las víctimas de estos asesinos, también para el resto de la sociedad.

Decía Horacio que “La justicia, aunque anda cojeando, rara vez deja de alcanzar al criminal en su carrera”, pero nos estamos dando cuenta que esta “Justicia” no solo está coja, está en silla de ruedas, y claro así su carrera no sirve para alcanzar, para atrapar al criminal, deberían recordar aquellos que han permitido la injusticia de que los asesinos estén en la calle, las palabras de Willy Brant cuando decía que: «Permitir una injusticia significa abrir la puerta para todas las que siguen”, y deberían tener muy en cuenta también, no olvidar, y tomar nota de las palabras de Voltaire: “Los pueblos a quienes no se hace justicia se la toman por sí mismos más pronto o más tarde”.

Los perros, las ratas y las culebras andan sueltos, jactándose de su victoria, porque eso es lo que han conseguido, ganar al Estado de Derecho, han pasado de estar vencidos por la acción de la Guardia Civil y la Policía Nacional, a ganar la batalla gracias a la ayuda de los políticos, y no me sirven las palabras de alguno de estos políticos cuando, para quitarse un poco de culpa de encima, nos dice, que no debemos olvidar que aunque ahora estén libres, los asesinos serán siempre asesinos, mire usted, que diría el otro, se que una rata será siempre una rata, una culebra será siempre una culebra y que un asesino siempre será un asesino, pero el conocimiento de estos axiomas no es para mí ningún consuelo y creo, llamadme raro por esto, que cada animal debe permanecer en su hábitat y que por tanto los asesinos como verdaderos animales que son, deberían estar en la cárcel y no sueltos.

Ahora que en España la justicia ha dejado de existir, ahora que al parecer tan sólo existe la opinión de los injustos, vemos que empieza a ocurrir aquello que Quevedo aventuraba: “Donde no hay justicia es peligroso tener razón”, y es que estamos viendo como se revuelven propios y extraños contra aquellos que tenemos la razón de la verdad, contra aquellos que opinamos, que nos manifestamos, que no nos conformamos con lo dictado por Estrasburgo y lo decimos; ahora resulta que se da pábulo a asesinos en la televisión pública, como por ejemplo la entrevista que EiTB concedió al ex preso de ETA, Abad Palacios, terrorista no arrepentido y a dos familiares de asesinos terroristas encarcelados, este individuo en antena rechazó la reinserción, no se arrepintió del daño causado y con desprecio manifestó que no pediría perdón nunca, no solo no mostraba arrepentimiento sino que se permitía en directo humillar aún más a las víctimas, y mientras unos y otros cargan contra las víctimas, simplemente por reclamar algo que debería existir en todo Estado de Derecho, algo que deberían tener, JUSTICIA.

La justicia es justicia según el castigo impuesto al crimen cometido, y cuando el castigo impuesto no se ajusta al crimen o no se cumple como es el caso, no existe la justicia, creo que es sencillo de entender, como es sencillo de entender igualmente que la justicia no consiste en dar a todos por igual, sino a cada uno lo que se merece. Es la Ley la que hace justicia, y son los que la aplican los que cometen las injusticias, son los López Guerra los que han cometido la injusticia que vivimos ahora, pero también son culpables aquellos que promovieron la injusticia o no hicieron nada para acabar con la misma, y es más sangrante la injusticia cuando sabemos que Luis López Guerra no es juez, no ha acreditado nunca ningún conocimiento jurídico que le habilite para tomar decisiones importantes, sólo es catedrático de Derecho Constitucional, pero además a actuado de forma partidista, yo solo espero que algún día sean ciertas las palabras de Publio Sirio cuando decía que “la absolución del culpable es la condena del juez”, en este caso espero que sea la condena del catedrático.

A pesar del tiempo pasado desde la sentencia del Tribunal de Estrasburgo, han salido ya como sabéis diez asesinos, para mí mucho, muchísimo tiempo, a pesar como digo del tiempo pasado sigo sin entender las prisas del Gobierno por dejar a las alimañas sueltas, máxime cuando sabemos que las sentencias del Tribunal no son vinculantes, y no lo son porque España cuando firmó el convenio europeo de derechos humanos lo hizo conforme al artículo 94 de la Constitución española y no respecto al 93, de forma que sería el Tribunal Constitucional la última instancia nacional, cuando sabemos que países como el Reino Unido, no cumplen las sentencias del TEDH si son incompatibles con sus ordenamientos jurídicos. Acaso son más importantes los ingleses que nosotros o es que le han echado más redaños, y no me refiero a entresijos, sino a valor, brío, fuerza, energía, vitalidad, por no decir, más huevos; todo esto es además de una injusticia, es una verdadera e innoble infamia hacia todos nosotros, infamia por parte de un Gobierno que se ha mostrado demasiado débil con los asesinos a pesar de su mayoría absoluta, que sólo tenía que haber cambiado el código penal para evitar las excarcelaciones, aunque los ingleses sin cambiar la ley llevan desde el año 87 pasando de Estrasburgo, y no pasa nada. Pero además según el propio Tribunal sentenció en los sumarios de Kafkaris contra Chipre o de Hogben contra el Reino Unido: “La justicia criminal es competencia de cada país miembro”, hasta en esto España es diferente.

Ahora que el Gobierno nos ha dejado con el culo al aire, salen las ratas de sus madrigueras y quieren darnos lecciones de democracia y libertad, la rata Patxi Zabaleta de Aralar se atreve a decir que han recibido la sentencia como una derrota de los Torquemada y ultras de siempre, la “bildurrata” Bakartxo Ruiz, manifiesta que es un importante paso para la paz, Odón Elorza, pide que el Gobierno, busque «vías legales» que permitan la excarcelación del ex portavoz de Batasuna Arnaldo Otegi y aplique una política penitenciaria «más flexible y humana», pero estos individuos se olvidan de los cerca de mil muertos que tienen a sus espaldas, que no eran precisamente ni ultras, ni Torquemadas, se olvidan de los más de tres mil heridos y mutilados, de los más de trescientos mil exiliados por su intransigencia, es tan obsceno lo que está pasando que se atreven a pedir humanidad aquellos que no la tuvieron ni con los más pequeños, piden derechos humanos aquellos que no han respetado ni el más humano de los derechos, el de la vida, piden libertad los que tienen atemorizado con su política de terror a toda una sociedad, e incluso en el propio Congreso estos animales se atreven a alzar la voz, y así a través de otra de estas ratas, Onintza Enbetia de Amaiur, acusan a la Guardia Civil y a la Policía española de torturar y al Estado de esconder y amparar sus crímenes, ellos que han asesinado, secuestrado, torturado, amenazado, extorsionado, mientras el Gobierno calla, sigue sin hacer nada, y el resto de “señores diputados” ni siquiera protestan, ahora cuando las ratas hablan todos callan, todos de acuerdo siguiendo una hoja de ruta que otros les dejaron, abandonando a aquellos a los que deberían proteger, sin darse cuenta que tal como dijo Juan Luis Vives “Desterrada la justicia que es vínculo de las sociedades humanas, muere también la libertad que está unida a ella y vive por ella”, soltando a las bestias no solo nos han dejado sin justicia, también están coartando nuestra libertad.

Solo espero que se empiecen a tomar medidas ya, aunque viendo la sangría de asesinos en la calle dudo que lo hagan, pero al menos que no les entreguen ni un euro de indemnización, si alguno trabaja que les embarguen el sueldo, que nos digan por donde andan, donde se alojan, que los tengan controlados, que lo hagan en los medios de comunicación si fuese necesario, lo mismo que ellos han venido haciendo durante años con aquellos a los que consideraban sus enemigos, o que no piensan como ellos, a los que señalaban en sus medios de comunicación para después darles el tiro de gracia, nosotros solo queremos saber donde están, queremos al menos sentirnos, que las víctimas del terrorismo se sientan protegidas y seguras, que les obliguen a no vivir cerca de sus propias víctimas, al menos eso, ya que no han tenido la valentía y la decencia de tomar las medidas necesarias antes y durante, que las tomen al menos después.

Envidio a países tan “poco democráticos” como Francia donde tienen la “Ley de retención de seguridad”, que permite a los jueces mantener en prisión a aquellas personas que pese a haber cumplido su condena sean juzgadas como “peligrosas”, donde el atentado es castigado con treinta años de detención criminal y una multa de 450.000 euros, o como Gran Bretaña donde la pena máxima es la cadena perpetua, y donde desde la abolición de la pena de muerte el castigo más duro que se impone, es cadena perpetua en total, que obliga a permanecer en la cárcel durante por lo menos treinta años, o Alemania donde se prevé la cadena perpetua en casos como asesinato o genocidio, revisable a los 15 años de prisión, y para evitar que en casos de gravedad el condenado pueda gozar de beneficios penitenciarios y salir antes de la cárcel, existe un régimen especial de confinamiento permanente cuando se considera que el reo constituye un peligro para la sociedad, y a estos países Estrasburgo no les dice nada, es por poner solo unos ejemplos, aunque hay mas países, Estados Unidos, Italia, Rusia… , no nos merecemos y no deberíamos permitirnos un país donde los asesinos se ríen y las víctimas lloran, debería ser al revés, un país donde los políticos y las Leyes protegen a los criminales y no a los ciudadanos de bien, y no nos merecemos ni deberíamos permitirnos unos políticos que no miran por el bien común de toda la sociedad en general, que tan solo protegen los derechos de los criminales, de las minorías más violentas, a este paso vamos a tener que constituirnos cada español en una minoría social de un solo individuo y reclamar como hacen los demás, quizás así consigamos derechos, justicia y libertad; al parecer en eso consiste el juego democrático en España, toda para las minorías, nada para la mayoría, si es así me declaro uni-minoritario desde este mismo momento, pero además el ejemplo que estamos dando a generaciones venideras es que no importa lo que hagas, porque al final el castigo no existe.

Solo espero dejar de ver y oír las risas de las hienas, los ladridos de los perros, los gritos de las ratas, los silbidos de las serpientes, los rebuznos de los asnos, solo espero que algún día deje de llover, para que nuestro Presidente y su Gobierno puedan ver la luz.