LOS SUYOS Y LOS NUESTROS
por Bruno Navarro, sargento 1º de Infantería
No hicieron caso y ahora el mal está hecho: los boinas verdes somos el hazmerreir del Ejército y el Ejército es el hazmerreir de la sociedad civil.
No voy a detallar cada uno de los errores, sinsentidos, mentiras e insultos de la miniserie «Los nuestros», estrenada el lunes en Tele 5, pues para ello tendría que rellenar varias páginas y no tengo ni tiempo ni ganas. Y es que si se tratara de algún desliz, como lógicamente los hay en cualquier serie o película de guerra, no pasaría nada. Pero el caso que nos ocupa es singular por cuanto yerra, miente y ofende de forma continua.
Tampoco voy a criticar a Tele 5. A fin de cuentas es un medio de comunicación declarado enemigo de la moral, la verdad y el buen gusto, así que como enemigo de todo lo bueno que puede haber en este mundo podemos afirmar que ha hecho un buen trabajo. Ha cumplido su papel, nada nos puede extrañar que dé una imagen de nuestros militares totalmente falsa, donde Dios, Patria, honor, disciplina o vocación de servicio (por citar sólo algunos valores) brillan por su ausencia y donde la catadura moral de los oficiales, suboficiales y tropa protagonistas es lamentable y perversa.
Pero sí quiero alzar la voz contra quienes debiendo proteger la imagen de los Ejércitos, en su lugar han colaborado con la afrenta. No me refiero a los guerrilleros que cumpliendo órdenes intentaron mostrar a actores, guionistas y productores un poco de su mundo. Nada se les puede reprochar. Me refiero al Ministerio de Defensa, es decir, al ministro, a las altas autoridades y asesores que le rodean y a los altos cargos del Ejército que han participado en esta farsa. Varias son las razones que adujeron para colaborar, pero también fueron varias las voces que les advirtieron que era un error, que nos arrepentiríamos, que ya decía Esopo que el alacrán picará siempre porque es su naturaleza… No hicieron caso y ahora el mal está hecho: los boinas verdes somos el hazmerreir del Ejército y el Ejército es el hazmerreir de la sociedad civil. Y encima con un gran despliegue de medios proporcionado por quienes son atacados.
En cualquier país decente el Ejército habría leído el guion y habría rechazado cualquier colaboración. La serie se haría de todas formas, pero sin mancharnos con ella y sin colaborar con medios que la hicieran más creíble y por lo tanto más dañina. Y después de estrenada habría hecho oír su voz y su opinión, ya fuera en forma de declaraciones o incluso de querella. Pero claro, qué voz va a levantar el ministerio contra Tele 5 si son «los suyos». Y mientras tanto «los nuestros», los de verdad, huérfanos y humillados.
Bruno Navarro Rousseau-Dumarcet
Sargento 1º de Infantería (Operaciones Especiales) en excedencia
LA GACETA