El viaje sorpresa de José Luis Rodríguez Zapatero a Cuba ha generado malestar en La Moncloa. Y es que el Ejecutivo popular mantenía una negociación discreta para lograr extradiciones de etarras desde Cuba.
Según el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García Margallo, las declaraciones hechas por el expresidente del Gobierno tras su entrevista con el dictador cubano, Raún Castro, pidiendo a Estados Unidos que saque a la isla de la lista de países que colaboran con el terrorismo, han complicado esas conversaciones.
«Es un ejercicio de extrema deslealtad e inoportunidad», ha dicho Margallo durante su intervención en el Foro Red de Casas, celebrado este lunes en la Casa América de Madrid. «Es lo contrario de lo que estábamos haciendo bajo cuerda», ha lamentado el ministro, quejándose de que Zapatero y el exministro de Exteriores Miguel Ángel Moratinos, presente también en el encuentro con Castro, no informaran al Gobierno español del contenido de su agenda en Cuba. «Ahora», dijo sobre esa negociación, «está más difícil».
Sin salir de las relaciones entre los distintos países iberoamericanos y España, Margallo también exigió transparencia al movimiento Podemos ante las informaciones que apuntan a una posible financiación por parte de países como Venezuela, Rusia e incluso Irán. «La transparencia es mucho más exigible cuando hay financiación por poderes externos que pueden influir en la política nacional», ha dicho durante un coloquio entre él y el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, y moderado por el director de ABC, Bieito Rubido, en el que ambos han abordado el panorama político y económico a escala global.
Tanto Margallo como Gurría han situado ese ascenso de fuerzas políticas populistas en el legado que deja la crisis —bajo crecimiento, paro elevado, desigualdades creciente y desconfianza hacia los poderes—, como ya sucediera tras el «crack» de 1929. Ahora bien, el secretario general de la OCDE ha asegurado que la consolidación fiscal es un proceso «inevitable» para absorber los excesos del pasado y ha llamado a los países a perserverar en las reformas estructurales que transformen la economía a largo plazo.
En este sentido, Gurría ha considerado que los avances logrados por España han sido «impresionantes», y Margallo ha llamado a la Unión Europea a combinar las políticas de austeridad con otras más expansivas, como la creación de los eurobonos. Eso sí, el ministro recordó a Grecia que «las deudas hay que pagarlas», porque es dinero que debe a ciudadanos de otros países como España y que han hecho grandes esfuerzos. En esa línea, Gurría ha pedido al Gobierno de Syriza que combata de una vez por todas los males endémicos como la evasión fiscal, las oligarquías y los monopolios empresariales, la corrupción y la infeciencia de su administración pública.
Del mismo, ambos han señalado que la caída del precio del petróleo no es algo pasajero, que difícilmente volverá a verse la cotización del crudo durante un tiempo en los tres dígitos y que eso obliga a países como Venezuela que han confiado todo a su riqueza de materias primas y no han hecho ninguna reforma estructural a tomar medidas. «Si no hay un buen manejo de la política económica y fiscal, por mucho que se tengan grandes recursos naturales las consecuencias son muy claras», ha avisado Gurría.
ABC