De 2011 a 2014 se confeccionarán 2.222 unidades cada año que servirán “para uso del personal del Ejército del Aire, cuando se establezca su uso”. La prenda “es del tipo doble pecho con forro interior desmontable”
Pese a las restricciones presupuestarias Defensa ha destinado 28 millones de euros para helicópteros ligeros, 49 millones para helicópteros de enseñanza o los 8 millones para el servicio de alimentación de los Centros de Ceuta y Melilla y los 25 para las misiones en Afganistán o Líbano.
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, no se anda con chiquitas. Su mano -izquierda y rígida-, ya ha frustrado los sueños de muchos jóvenes españoles. En el Ministerio de Defensa ya han cursado entrada más de 40.000 solicitudes para hacerse con una de las 2.000 plazas convocadas para 2014 en la categoría de tropa y marinería (1.500 de ellas en el Ejército de Tierra, 300 en la Armada y 200 en el Ejército del Aire). Mucha hambre para tan poco pan. Además, a principio de año la Armada recortó la plantilla de sus buques militares en 18 unidades en un tiempo récord de seis años al dar de baja, desde 2008, a 25 buques, reemplazados por siete de mayor capacidad.
¿Por qué? Según el ministro de Defensa y, como así se lo hizo saber a Su Majestad el Rey de España el pasado día 6 de enero, coincidiendo con la celebración de la Pascua Militar: es «difícil» alcanzar «un excelente nivel de eficacia sin la dotación material». No es la primera vez que el político de Güecho se rebela en público contra la financiación que recibe su departamento. En junio de 2013, denunció unos «niveles de inversión límites», mientras que en 2014 el ministro clamaba ante unos presupuestos de “muy estrictos” que requerirían «otro esfuerzo» de la ciudadanía.
Por la boca muere el pez. Y así también le acontece a Pedro Morenés. En los últimos meses un arsenal de adjudicaciones salen de los fueros del Ministerio de Defensa: 28 millones de euros para helicópteros ligeros, 49 millones para helicópteros de enseñanza o los 8 millones para el servicio de alimentación de los Centros de Ceuta y Melilla y los 25 para las misiones en Afganistán o Líbano. Lejos de echar el freno, la ruleta rusa de la caja de caudales del Ministerio de Defensa sigue girando. Ahora, la Jefatura de la Sección Económico Administrativa 22 de la Base Aérea de Torrejón (Agrupación de Base), inicia el proceso de licitación para adjudicar (en este 2014), el contrato que regirá la adquisición de gabardinas del personal del Ejército del Aire. El total del acuerdo -valor estimado-, asciende a más de millón y medio de euros para cuatro ejercicios (1.599.840 euros).
En más detalle, según el pliego de prescripciones, “el objeto del presente expediente de contratación es el suministro de gabardinas personal femenino y personal masculino del Ejército del Aire en régimen abierto”. La relación de partidas se establece en cuatro anualidades (2011, 2012, 2013 y 2014). En total, cada año, se confeccionarán 2.222 unidades de las gabardinas que servirán “para uso del personal del Ejército del Aire, cuando se establezca su uso”. La prenda “es del tipo doble pecho con forro interior desmontable” componiéndose de las siguientes partes: cuerpo, delanteros, espalda, cuello, mangas, hombreras y forro gabardina; así como de un tejido base laminado y de un forro polar desmontable.
Benemerita al Dia/EXTRACONFIDENCIAL