Al término del cuarto día de batida no se ha encontrado rastro de los dos desaparecidos por el paso de la DANA

Helicópteros, drones, perros entrenados para seguir rastros humanos, excavadoras de grandes dimensiones y centenares de agentes de la Guardia Civil y los servicios de emergencias se emplean a fondo para buscar a los tres desaparecidos tras el paso de la DANA (dos varones en Madrid y una mujer en Toledo), que en la madrugada del domingo al lunes se cebó con las localidades de Villamanta y Aldea del Fresno.

A medida que avanzan las horas, las esperanzas de los miembros del dispositivo de rescate merman. Sin embargo, no cejan en su empeño, ni se escatima en el empleo de recursos humanos y materiales para dar con su paradero.

Incluso las fuentes oficiales más optimistas reconocen que «las esperanzas van disminuyendo a medida que van pasando las horas». Los más pesimistas manejan como hipótesis principal que los cuerpos sin vida de estas víctimas pueden encontrarse «bajo toneladas de lodo y escombro» en el cauce del río o en sus inmediaciones.

La desaparición en la que se están destinando más recursos es la de un varón cerca de la cincuentena y oriundo de Alcorcón. Su coche, en el que viajaba junto a su familia, fue arrastrado por una torrentera a causa de las intensas precipitaciones y en ese momento se perdió la pista del hombre. En la batida participan más de un centenar de agentes de la Guardia Civil que a través de los tres elementos peinan el curso del río y sus inmediaciones. Una tarea para la que se están empleando helicópteros y drones para el reconocimiento aéreo, veteranas unidades caninas especializadas en la búsqueda de desaparecidos, e incluso, una pesada retroexcavadora con la que, tras días sepultado, los servicios de emergencias por fin lograron extraer de la tierra el coche en el que viajaba.

Paralelamente, en Villamanta, la atención de los equipos de rescate está centrada en localizar a un octogenario con alzhéimer desaparecido que, de acuerdo con las pesquisas, se desplazaba a pie en las inmediaciones de su vivienda en el momento de ser sorprendido por las aguas de la avenida. Una batida en la que también participan decenas activamente de agentes de la Benemérita.

En esta circunstancia, tal y como reza el dicho popular, el perro es el mejor amigo del hombre. «De todas las herramientas con las que contamos, los canes son las más útiles dadas las circunstancias y el paso del tiempo desde que se produjo la tragedia. Buscar en un río es muy, muy complicado», explican fuentes del cuerpo. «Lo más probable», indican, «es que los cuerpos se encuentren bajo el lodo y confiamos en que un perro pueda localizar su rastro».

En este sentido, el río Alberche y sus orillas se han convertido en el epicentro de los rastreos, en los que las autoridades y servicios de emergencia ya han batido una longitud cercana a los 20 kilómetros, llegando incluso a adentrarse en la vecina provincia de Toledo para hallar a los desaparecidos en Madrid. «El domingo por la noche nos encontramos con un terreno completamente inundado y, ahora, el cauce del río ha bajado muchísimo. Es un terreno lleno de obstáculos. Sin embargo, la previsión meteorológica apunta a nuevas lluvias», explican fuentes del cuerpo armado, que llevan a cabo las labores de búsqueda apoyados por maquinaria pesada para eliminar los obstáculos como troncos, ramas y cascotes.

Al cierre de esta edición, pese a la disminución de los niveles de agua y el terreno más despejado, ni los operarios ni la unidad de perros especializados dieron con el rastro de los desaparecidos, señalan fuentes de Emergencias 112 Comunidad de Madrid.

Al mismo tiempo que avanzan las búsquedas, se llevan a cabo las tareas de reconstrucción y la tramitación de las indemnizaciones con cerca de 10.500 siniestros de inundación a gestionar por el Consorcio de Compensación de Seguros que, según las primeras estimaciones, ascenderían a un monto de entre 60 y 70 millones de euros destinado a los resarcimientos.

En lo que respecta a las infraestructuras, además de la destrucción de los puentes -en cuyo reemplazo trabaja el cuerpo de ingenieros del Ejército de Tierra con la instalación de un puente Bailey- la Unidad Militar de Emergencias (UME) se emplea en la reparación de una tubería a la altura de Aldea del Fresno que abastece de agua a cerca de 270.000 personas repartidas en 27 municipios de Toledo.

Mientras tanto, desde la Comunidad de Madrid han ofrecido ayuda a la residencia privada San Juan Bautista de Aldea del Fresno cuyos accesos se han visto dificultados por el impacto de la DANA. Además, dos centros educativos -un colegio y un instituto en Alcalá de Henares- han visto pospuesto el inicio del curso. Unos centros de enseñanza que, según la presidenta madrileña, pronto «volverán a la normalidad. Una labor en la que Isabel Díaz Ayuso asegura «estar empeñada».

Redacción