Daniel Daly, Smedley Butler, John Basilone, Lewis “Chesty” Puller. Estos nombres y sus valerosas hazañas se narran a cada Marine durante su periodo inicial de instrucción, pero sin embargo, el nombre y la historia del Coronel Peter J. Ortiz no es tan conocida.
Ortiz combatió en Europa durante la Segunda Guerra Mundial, y a pesar de que sus misiones pueden parecer parte de la leyenda, su historia es real y es un ejemplo de la tradición dentro del Cuerpo de Marines. Su vida representa una lucha en pos de la adaptación y superación de grandes dificultades para poder completar las órdenes recibidas.
Pierre Ortiz (su nombre legal), nació el 05 de julio de 1913 en Nueva York, y tal como indica su apellido, su padre, aunque de origen francés tenía descendencia española, mientras que su madre era norteamericana.Ortiz pasó gran parte de su juventud en Francia, donde se formó estudiando en la Universidad de Grenoble. A los 19 años, buscando “vivir una vida de hombre” viajó a Marsella donde se alistó a la Legión Extranjera Francesa. Esta circunstancia desagradó profundamente a su padre, reconocido editor, que intentó por todos los medios que desistiera de ese “error fatal”.
Seguido por su infatigable progenitor fue enviado a Sidi bel Abbés (Argelia), y tras el entrenamiento básico fue destinado al 2º Regimiento de Infantería, sito en Marruecos. Comenzando su trayectoria en la Legión como “Engagé volontaire” (Recluta), ascendió a “Caporal” (Corporal) y en 1934 alcanzó el grado de Sargento, convirtiéndose en el Suboficial más joven de la Legión, obteniendo el compromiso de ser comisionado como “Sous- Lieutenant” (Segundo Teniente) si se realistaba por otros cinco años y se convertía en ciudadano francés. Ortiz rechazó la oferta y tras finalizar su contrato en 1937 regresó a California, lugar donde vivía su madre..
En este periodo en la Legión combatió la campaña del Rif, siendo herido en 1933 y logrando varias condecoraciones como la “Croix de Guerre”, la “Croix des Combatants”, la “Ouissam Alouite” marroquí, y la “Medaille Militaire”.Una vez en los EE.UU encontró trabajo en la industria de Hollywood como asesor técnico en cuestiones militares. Sin embargo, no permaneció mucho tiempo fuera del ejército, ya que en octubre de 1939 ya con la Segunda Guerra Mundial en curso y ante el imparable avance alemán en Europa, regresó a Francia para unirse de nuevo en la Legión Extranjera Francesa para servir como Sargento en el 11º Regimiento de Infantería.
En junio de 1940 llevando a cabo una atrevida incursión con el objetivo de demoler un depósito de combustible fue herido de bala en la cadera y capturado por los alemanes. Durante 15 meses trató de fugarse en repetidas ocasiones de campos de prisioneros de guerra en Alemania, Polonia y Austria. Finalmente lo logro en octubre de 1941, llegó a Lisboa y de allí tomó rumbo a los Estados Unidos, donde llegó el 8 de diciembre. Una vez en territorio norteamericano y tras ser interrogado por agentes de Inteligencia del Ejército y de la Armada, visitar a su madre y recuperarse de sus heridas, continuó su viaje hasta el “Marine Corps Recruit Depot” de Parris Island, Carolina del Sur para alistarse en los Marines. Corría el mes de junio de 1942. En los Marines destacó desde el momento de su llegada, y además se le permitió portar los galones de las condecoraciones que había logrado como Legionario, causando gran impresión a todos los que lo veían, incluyendo al Coronel Louis R. Jones, jefe de staff del “Marine Corps Recruit Depot”, que seguro de sus grandes cualidades se puso en contacto con el comandante del Cuerpo de Marines:
“El soldado Ortiz me ha causado una impresión muy favorable. Su conocimiento en asuntos militares va mucho más allá del que posee un instructor de reclutas normal. Ortiz está muy bien preparado y tiene unas cualidades físicas excelentes. El que suscribe se complace en recomendarle para una comisión en la Reserva del Cuerpo de Marines y es de la opinión de que sería un gran valor en la lista de Oficiales de Reserva. En mi opinión tiene las cualidades mentales, morales, profesionales y físicas para el cargo para el cual hago la solicitud” El 1 de agosto, sólo 40 días después de alistarse fue ascendido a Segundo Teniente, permaneciendo dos meses en Parris Island como oficial asistente en formación. Pasado este tiempo fue enviado a Camp Lejeune para unirse al 23º Regimiento de los Marines. Allí, a pesar de su experiencia como paracaidista en la Legión debió asistir a la Escuela de Paracaidismo. Mientras tanto, en la sede del Cuerpo de Marines seguían muy interesados tanto en su experiencia en la Legión como en sus capacidades. Ortiz sabía hablar francés perfectamente y conocía el alemán, el español y el árabe. El 16 de noviembre, el coronel E. Keller Rockey, de la “División of Plans and Policies” envió un informe al General de División Thomas Holcomb, afirmando que «la experiencia y aptitudes del Teniente Ortiz indican que sería de un valor excepcional para las unidades americanas que operan en el norte de África. Se sugiere que sus servicios se ofrezcan al Ejército a través del COMINCH”. («Commander-in-Chief», U.S. Navy , Almirante Ernest J. King, Jefe de Operaciones Navales / Comandante en Jefe de la Flota de los EE.UU.).
El Coronel también recomendó la promoción de Ortiz a Capitán, grado al que fue ascendido el 3 de diciembre. El día 21 partió de Washington para Tánger, Marruecos, donde se le asignaron tareas como asistente del agregado naval. Era sólo una tapadera…En África se le ordenó la organización de patrullas de exploradores formadas por nativos con el fin de monitorear los movimientos de las fuerzas alemanas en el frente tunecino. En una de estas misiones de reconocimiento resultaron descubiertos por una patrulla alemana de la 21ª División Panzer, y Ortiz fue herido en la mano derecha. Inicialmente se le trató en un Hospital de Argel y en abril de 1943 regresó a Washington para completar su recuperación. Se le concedió el Corazón Púrpura.
En mayo fue asignado al Comando Naval (OSS), y en julio voló a Londres para preparar operaciones de guerrillas en Francia. En el país galo pasaría la mayor parte del tiempo en la región conocida como la Alta Saboya. En esa boscosa y agreste zona se encuentra la meseta de Vercors, enclave de especial interés para el General de Gaulle, así como para el SOE y la OSS, ya que allí se podía contar con 3.000 maquis y se planeaba hacer del lugar un importante centro de la resistencia francesa.
Era por tanto de vital importancia ponerse en contacto y armar a este grupo, y para hacerlo la SOE decidió formar un grupo de agentes aliados: ingleses, franceses y americanos.Aprovechando que el 6 de enero de 1944 había luna nueva se lanzaba la misión UNION. Los agentes infiltrados debían determinar las capacidades militares de las unidades guerrilleras activas en Saboya, Isere y Drome, y motivar a los líderes en vistas a organizar su actividad en especial tras la prevista invasión aliada del día D. Esa noche de un aparato de la RAF saltaban en paracaídas el británico H.H.A. Thackwaite, un operador de radio francés conocido como “Monnier” y Ortiz por parte americana.De acuerdo con lo manifestado por el historiador y antiguo agente de inteligencia británico Michael Richard Daniell Foot, los tres hombres eran los primeros oficiales uniformados aliados que pisaban territorio francés desde 1940, ya que aunque el salto se produjo con ropas civiles debido al procedimiento seguido en las operaciones de la SOE, los militares también portaban sus uniformes que no tardaron en vestir.
UNION encontró varios grupos de maquis dispuestos y preparados para luchar, pero carecían de armas y sus ideologías, lealtades y métodos propuestos a seguir debían consensuarse. Eran bastantes asuntos a solucionar y tomó bastante tiempo organizar los lanzamientos clandestinos de armas, instruir a los maquis en su manejo y dotarles de organización. Ortiz adquirió rápidamente la reputación de líder valiente y Marine leal, y de acuerdo con lo manifestado por Trackwaite, a menudo durante sus misiones usaba el uniforme de servicio «alfa», incluso durante reconocimientos de ciudades controladas por los alemanes, cosa que animó a los franceses pero que también alertó a sus enemigos.
Hay una anécdota en este sentido y que aunque tiene algunas variantes según donde se lea, el consenso es que sucedió tal como se describe en el libro “Herringbone cloak-GI dagger, marines of the OSS” del Major Robert E. Mattingly:
“Puede que sea razonable suponer que el equipo mantenía oculto en las montañas, pero este no era el caso de Ortiz, que le gustaba ir a los pueblos ocupados por los alemanes. En una ocasión cubierto con una larga capa se dio un paseo hasta un Café. Allí varios alemanes se encontraban bebiendo y maldiciendo a los maquis. Entonces uno de ellos mencionó el destino que esperaría a los sucios cerdos americanos cuando fueran capturados, cosa que resultó un gran error, ya que Ortiz retiró su capa enseñando su uniforme de Marine y disparando a continuación sus dos pistolas del .45. Cuando cesaron los disparos y con unos cuantos enemigos menos, desapareció entre la oscuridad”.Ortiz tenía otra habilidad, el robo de vehículos de la flota de la Gestapo en sus garajes. En una ocasión corrió grandes riesgos en la asistencia de cuatro oficiales de la RAF que habían sido derribados en los alrededores, acompañándoles a la frontera española. En el curso de la acción asaltó un garaje militar alemán y tomó diez vehículos de la Gestapo que utilizó de forma habitual, procurándose un pase para su propio uso, todo ello a pesar de que era buscado por el enemigo.La falta de transporte era una gran lacra para UNION, pero como se ha comentado, también acusaron problemas organizativos debido a las diferentes opiniones políticas dentro de la resistencia, lo que originó problemas de seguridad a nivel departamental y regional. La falta de presupuesto ocasionó la carencia de armas pesadas y elementos básicos tales como mantas, equipos de campaña, radios, municiones…etc
Aún así, los guerrilleros de la resistencia extendían poco a poco sus operaciones de hostigamiento a zonas que los alemanes consideraban como seguras, y el contraataque llevado a cabo en febrero por tres Batallones de granaderos Panzer en la meseta de Vercors fue contenido.
Finalmente, el 20 de mayo y ante la inminencia del día D, el equipo UNION se retiró a Inglaterra, donde Ortiz fue condecorado con su primera “Navy Cross”, siendo a su vez ascendido a Mayor.
Le impuso la condecoración el Almirante Harold R. Stark.Pocas semanas después en la misma zona se ponían en marcha otras dos misiones también lanzadas desde el aire, “Justine” y “Eucalyptus”. La lucha en Vercors se intensificaba de una manera cruel…El descanso para Ortiz fue corto ya que el 1 de agosto fue elegido para encabezar la misión UNION II, una nueva operación de la OSS en Francia en la cual grupos fuertemente armados actuarían de forma directa contra los alemanes. No se trataba por tanto solamente de realizar acciones de sabotaje, sino que debían apoderarse de instalaciones claves de los alemanes para evitar que fueran destruidas en su retirada.
Los acompañantes de Ortiz en el B-17 que partió del aeropuerto inglés de Knettershall para formar UNION II eran el Capitán de la USAAF Francis Coolidge y por parte de los Marines los Sargentos Robert La Salle, Charles Perry, John P. Bodnar, Frederick J. Brunner y Jack R. Risler. También colaboraba en el operativo el oficial francés Joseph Arcelin, que poseía documentación falsa que le acreditaba también como miembro de los Marines.
Fotografía tomada del equipo el día después del salto. De izquierda a derecha: Bodnar, Ortiz, La Salle, Brunner, Coolidge y Risler.Los hombres se lanzarían junto con 864 contenedores de material cerca de la ciudad de Beaufort. La operación sin embargo comenzó de manera fatal, ya que el cable que debía abrir el paracaídas del Sargento Charles Perry se rompió falleciendo a causa de la caída. Sus compañeros le enterraron con honores militares al amanecer en el mismo lugar del suceso (posteriormente sería exhumando y enterrado en el Cementerio Americano de Draguignan)
Funeral del Sargento Perry.Durante la semana siguiente se procedió a instruir a los miembros del “Batallón Bulle”en el funcionamiento y mantenimiento de las nueva armas armas, pasando posteriormente a realizar una serie de patrullas con el fin de conectar con otros grupos del F.F.I (Forces Francaises de L´interieur) que operaban en la zona y así planificar las operaciones.
7 de agosto de 1944. Reunión cerca de Albertville entre Ortiz y su equipo con elementos del FFI (el hombre con gafas es el famoso Capitán Bulle)El 14 de agosto el grupo junto con compañías locales de la resistencia se trasladaron de Beaufort a Montgirod, donde poseían información de la existencia de fuertes concentraciones de tropas alemanas. Pudieron entrar a la ciudad, pero apenas lo consiguieron fueron bombardeados fuertemente por baterías alemanas ubicadas en las colinas que rodeaban la ciudad. El grupo se vio obligado a retirarse y ocultarse en las montañas cercanas. Con los alemanes rodeando rápidamente la zona, La Salle con fuerte fiebre fue dejado a cuidado de un sacerdote que hablaba inglés.La operación Anvil (invasión aliada del sur de Francia) se había puesto en marcha hacía pocas horas y las tropas alemanas se encontraban en constante movimiento obligando a Ortiz y sus hombres a moverse peligrosamente entre las líneas enemigas. Así pues, dos días después del incidente anterior y tras pasar una noche en Longefoy, el grupo fue sorprendido en la ciudad de Centron por un convoy formado por unos 10-12 camiones que transportaban varios cientos de soldados pertenecientes a la 157ª División Alpina de Reserva, y que se dirigía a la guarnición de Bourg-St. Maurice, al noroeste de la ciudad.
Situación de Centron.La sorpresa fue mutua, los camiones pararon, los soldados bajaron y se inició el tiroteo.
Entonces el grupo se dividió rápidamente en dos, Ortiz, Bodnar y Risler se dirigieron al suroeste de la ciudad mientras que Coolidge, Brunner y Arcelin lo hicieron hacia el sureste. De éste segundo grupo Coolidge recibió un disparo en la pierna, pero junto con Brunner consiguió llegar a la orilla del Isere y a pesar de la fuerte corriente, cruzarlo a nado. Arcelin mientras tanto, decidió permanecer en la ciudad…Mientras esto sucedía, el grupo de Ortiz, Risler y Bodnar recibía la mayor parte del ataque alemán, lo que les obligó a retirarse de casa en casa. Los civiles de Centron se encontraban aterrados, implorándoles renunciar a los combates ya que tenían miedo a represalias (tenían perfecto conocimiento de las masacres alemanas cometidas en junio y julio en Oradour-sur-Glane y Vassieux-en-Vercons respectivamente)
La decisión no fue por tanto muy difícil, los americanos habían estado un tiempo involucrados en operaciones peligrosas y mentalmente eran conscientes de la posibilidad de ser capturados. Ortiz en un intento de rendirse comenzó a gritar a los alemanes. Después de una breve pausa comenzó a acercarse a ellos con una bandera blanca; el fuego hasta entonces presente cesó y le fue posible hablar con oficial al mando. El acuerdo al que llegó con el Major Kolb consistía que los americanos se entregarían pero que a cambio no se tomarían represalias contra los civiles. Cuando aparecieron Risler y Bodnar los alemanes exigieron saber donde estaba el resto, pero después de registrar la ciudad no les quedó mas remedio que aceptar que sólo tres hombres habían mantenido a raya a todo un Batallón…Desde ese momento hasta el 29 de septiembre, que fue cuando llegó a su destino final, el campo de concentración para personal Naval de “Marlag und Milag Nord” (situado en la pequeña localidad alemana de Westertimke, a las afueras de Bremen), permaneció detenido y fue interrogado por sus captores. Tanto antes del internamiento como ya en el campo intentó escapar por todos los medios, cosa que le resultó imposible, ya que los guardias habían sido advertidos sobre sus antecedentes para que permanecieran en constante alerta y mantuvieran sobre una estrecha vigilancia sobre él.
POW en el campo de Marlag/Milang.Las fuerzas aliadas continuaban su lento avance y el 10 de abril el comandante del Campo ordenó a los prisioneros prepararse para partir en tres horas hacia el puerto de la ciudad de Lubeck, a ocho días de trayecto. Tanta fue la premura que abandonaron el lugar con tanta precipitación que algunos POW se quedaron escondidos dentro del campo.
Poco después y ya en ruta aparecieron dos Spitfires que cayendo en picado atacaron a la columna, momento en el cual Ortiz y otros tres prisioneros aprovecharon para ocultarse en un bosque cercano y esperar a que el grupo reanudara su marcha sin echarlos en falta, cosa que así sucedió.Sin embargo, el progreso aliado era más lento que el previsto por los fugados, lo que les obligó a pasar varios días escondidos, moviéndose por la noche y dando tumbos por las posiciones enemigas con la esperanza de toparse con las líneas británicas. Tras algunos sustos y a punto de ser detenidos en diversas ocasiones, la séptima noche volvieron a los alrededores del Campo. Ortiz en un reconocimiento le pareció ver que había una presencia enemiga simbólica y que el recinto aparentemente estaba bajo control de los prisioneros que no habían partido días antes. El décimo día, dado su mal estado y prefiriendo vivir en sus barracones que morir de hambre, los cuatro fugados entraron de nuevo en el Campo. Al verlos no hubo reacción agresiva por parte de los guardas, siendo recibidos con mucha alegría por el resto de prisioneros y en especial por Bodnar, Risler y Arcelin, que de nuevo se reencontraban con su jefe. El 27 de abril la batalla llegó a Westertimke y dos días después se escucharon unas gaitas, se trataba de la “7th Guards Armoured Division” cuyos hombres liberaron el Campo. Los Marines solicitaron entonces unirse a los británicos para capturar a más alemanes antes de que la guerra terminara, pero su petición fue denegada.
Ortiz junto con los demás Marines fue enviado a retaguardia y de allí a Bruselas donde se presentó al Oficial de la OSS. Pocos días después recibía en Londres su segunda “Navy Cross”.Después de la guerra regresó a California como civil, retomando el contacto con la industria cinematográfica en el papel de asesor técnico en películas sobre la OSS, la Legión Extranjera Francesa y como actor, participando en 24 películas, siendo las más conocidas dos dirigidas por su amigo John Ford y en las que participaba también John Wayne: “Río Grande” y “La Legión Invencible”.
Ortiz (con parche) durante su trabajo en “Río Grande”.Sus acciones en la guerra inspiraron también dos películas, «13 Rue Madeleine» de 1947, en la que Ortiz participó en la elaboración del guión y donde actuó el conocido James Cagney, y «Operation Secret», en 1950. También permaneció en la reserva del Cuerpo de Marines, alcanzando el grado de Teniente Coronel. En este periodo se le ofreció el mando de un batallón de blindados en San Diego pero lo rechazó a causa del tiempo que requería sus compromisos en Hollywood.
En abril de 1954 solicitó regresar al servicio activo para actuar como observador en Indochina y oficial de enlace con los franceses, pero la guarnición de Dien Bien Phu cayó antes de que pudiera abandonar los EE.UU.Ortiz se retiró en 1955, siendo a su vez ascendido a Coronel. En su carrera además del nombramiento por parte del Gobierno Francés como Caballero de la Legión de Honor, recibió la “Croix de Guerre” con cinco citaciones, la “Médaille des Blessés”, la “Médaille des Évadés”, y la “Médaille Coloniale”; por parte norteamericana recibió dos “Navy Cross”, la “Legion of Merit” con “V” y dos “Purple Heart”, a lo que hay que sumar que fue nombrado Miembro de la Orden del Imperio Británico.La vida del Coronel Peter J.Ortiz llegó a su fin el 16 de mayo de 1988 a causa de un cáncer, siendo enterrado con honores militares en el Cementerio Nacional de Arlington con la presencia de representantes de los gobiernos francés y británico. Mientras el nombre de Peter Ortiz no es muy conocido por los actuales miembros de los Marines y por la mayor parte de los norteamericanos, los civiles de la zona de les Saisies y de Centron aún le tienen presente en sus recuerdos y en ambas ciudades conmemoran los aniversarios de los principales acontecimientos sucedidos en aquellos años. En el año 1994, cincuenta años después de su captura, y junto con altos representantes de los Marines, asistieron a dichas ceremonias Jean Morlan, su mujer y su hijo, el Teniente Coronel de los Marines Peter J. Ortiz Jr., el Sargento Major retirado John P. Bodnar, el antiguo Sargento Jack R. Risler y muchos ex miembros de las unidades maquis de la región.