Artículo de opinión como siempre interesante y oportuno de nuestro colaborador Francisco Hervás Maldonado
¿Por qué será…?
Recientemente accedía a una información de la AME (Asociación de Militares Españoles) en la que decía que Pedro Sánchez Pérez-‐Castejón, secretario general del PSOE, era posiblemente descendiente del general Antonio Castejón Espinosa, conocido como “el carnicero” por la crueldad con que luchó en Badajoz (es famosa la llamada “masacre de Badajoz”) y Sevilla, durante la guerra civil española. El entonces comandante Castejón, al mando de una columna de legionarios, bajo las órdenes del general Queipo de Llano, actuó con una brutalidad atroz sobre los enemigos, en este caso el bando republicano. Posteriormente fue herido en el ataque a Madrid, en la Casa de Campo, terminando la guerra, tras recuperarse, en la batalla del Ebro. Fue ascendido a general, mandó uno de los tercios de la Legión, y se retiró con el empleo de teniente general, al mando de la capitanía general de Sevilla.
En la edición del siete de julio de 1979 del diario ABC de Madrid, puede leerse su esquela. Dicho personaje tenía una hija llamada Mercedes. Sin embargo, dicha Mercedes no se casó con nadie llamado Sánchez. No sabemos si el general Castejón tenía algún hermano y sobrinas. Ahora bien, lo que si se sabe es que Pedro Sánchez, padre del político socialista, también era del PSOE. Tal vez por ello Carmen Alborch, en 1995, le nombró director del INAEM (instituto nacional de artes escénicas y música), cargo que le duró poco tiempo, pero se le buscó acomodo como presidente de la Fundación Autor. Hacían muchos cursos por allí. La familia de Pedro Sánchez siempre vivió con desahogo, veraneando en Mallorca y no faltándole los caprichos que le venían surgiendo. Era una familia con una notable sensibilidad artística. De hecho, David Sánchez Pérez-‐Castejón es director de orquesta, siendo conocido por el seudónimo de David Azagra, aunque en la AESDO (asociación española de directores de orquesta) figura con su verdadero nombre. Lo que no me cuadra es lo de Pérez-‐Castejón. ¿Quién y por qué juntó el apellido? ¿Un capricho, una frivolidad o tal vez algo más?
Dice la información de la AME que el parecido entre el general Castejón y el político socialista es notable. Ciertamente le da un aire. Ambos son corpulentos y poseen una mirada decidida. Ahora bien, esto son especulaciones que a nada conducen. Aunque sí hay un hecho que llama la atención. ¿Por qué Pedro Sánchez suele evitar su segundo apellido? ¿Por qué se ha juntado el Pérez con el Castejón?
Yo no soy partidario de ningún grupo político, desde luego, pero tampoco me gustan los trapicheos, si es que existen. A ver si de una vez somos claros en España y decimos la verdad. Pero claramente, sin disimulos. Y por supuesto, sin mentiras camufladas. Es decir, señor Rajoy, sus disimulos podrían costarle la reelección. Mejor no se presente usted. Esa actitud etérea y un tanto liosa ya nos ha costado la aparición de Podemos. Claridad y sinceridad, por favor. Igual le digo a usted, señor Pedro Sánchez (omito su segundo apellido, si es que le molesta): déjese de disimulos, menos predicar y más dar trigo. Porque a los demás se les ve venir a todos. Ciudadanos es la gran esperanza del centro, UPyD es un PSOE cabreado, nada más. Y Podemos es la gran baza comunista, que con Izquierda Unida no se comía una rosca. Podemos es hundir España, sencillamente, pues ni saben ni tienen gente capaz de gobernar. Igual que los recientemente vencedores en Grecia, que ya reculan y van a dejar a la gente hambrienta, como el ídolo venezolano, “Nicolás Maduro”, al cual lo veo bastante inmaduro, cruel y arbitrario. Mucho me temo que va a vivir poco. Así no se puede ni se debe gobernar, señores de Podemos. Eso sí, al ministro griego de hacienda, Vanufakis, no le falta de nada. Tiene un gran piso y ahora se muda a otro mejor, amén de otras diversas propiedades. Eso sí, la lengua también la tiene bastante larga (e improductiva).
En fin, que uno de estos días creo que me marcharé a otro país a vivir, pues aquí, entre los varios independentistas (que solo se justifican por sus ansias de atesorar el dinero de los demás), los neopolíticos de coleta y manos ágiles, los calzonazos convencionales y demás gentes que nos asfixian, comprendo que ya lo único que nos falta –para rematar– es el estado islámico. ¡Qué pena!
Francisco Hervás Maldonado (yo no me avergüenzo de mi segundo apellido). Coronel Médico en la reserva.
Marzo de 2015.