A continuación reproducimos un artículo de opinión enviado por la asociación APROGC.
El próximo día 23 de mayo se celebran elecciones para elegir los representantes de las Asociaciones Profesionales que formarán parte del Consejo de la Guardia Civil, un órgano que tiene como fin el de mejorar las condiciones profesionales de los integrantes del Cuerpo, así como su funcionamiento.
Entre las Asociaciones que concurren a estas elecciones hemos podido ver con sorpresa como alguna de ellas busca la integración de la Guardia Civil con el Cuerpo Nacional de Policía en un nuevo cuerpo policial, de naturaleza civil. En otras palabras, lo que persiguen en la desaparición de la Guardia Civil.
Desconocemos cuales son las motivaciones que llevan a intentar destruir lo que mejor funciona en este país, según vienen reconociendo año tras año los ciudadanos. Su propuesta está siendo explicada, incluso a miembros de organizaciones que persiguen desde hace años el aniquilamiento de la Guardia Civil, y que permanentemente humillan a los guardias civiles y a sus familiares, como la reciente comparecencia en el Parlamento de Navarra en el que estaba presente un miembro de la organización abertzale BILDU, quien no desaprovechó la oportunidad para seguir insultando a todos los guardias civiles.
La motivación, las condiciones personales y profesionales, la concepción de la profesión e incluso los valores que un guardia civil tiene al comienzo de su carrera pueden variar con el paso de los años, hasta convertirse en una situación inaguantable (aunque digan lo que digan, no lo suficiente como para dejar su actual profesión y buscar otra donde se sientan realizados). Aquí puede radicar el problema de algunos «empleados» que pretenden curar sus males destruyendo «su empresa». En la Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) somos conscientes de esas situaciones, y fieles a nuestra filosofía de ofrecer soluciones constructivas, creemos que se puede (y se debe) ayudar a aquellos guardias civiles frustrados o no adaptados a la situación actual del Cuerpo. Creemos que es más correcto recolocar a los descontentos que destruir la mejor institución del Estado, y por consecuencia la que más y mejor contribuye a la paz y la convivencia ciudadana.
El derecho a la movilidad y al desarrollo profesional son principios reconocidos en la función pública; este derecho busca además racionalizar y reorganizar los recursos humanos reasignándolos de manera más eficiente, y motivar a los empleados públicos ofreciéndoles posibilidades que corrijan su desmotivación actual, e incluso su equivocación primera. Para promover estos derechos en España se adoptan varias fórmulas: posibilidad de que funcionarios puedan desarrollar cometidos similares en destinos de diferentes ministerios, o de que puedan pasar funcionarios de la administración estatal a la autonómica, y viceversa, o acceso a algunas entidades mediante reserva de plazas a determinados colectivos.
La Asociación Pro Guardia Civil (APROGC) trae aquí una propuesta ambiciosa e imaginativa, inspirada en la solución adoptada y vigente desde 2009 en Francia, país con un sistema policial dual idéntico al nuestro. Al objeto de ofrecer nuevos horizontes, y solucionar problemas de adaptación y existenciales de algunos integrantes de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía, se debería poner en marcha una modelo de «Pasarela profesional» para que el personal de un Cuerpo pueda tener la oportunidad de integrarse en el otro, y viceversa.
La idea está encima de la mesa, requiere un periodo de reflexión, y un estudio minucioso, analizando todos los factores para que nadie salga perjudicado, puesto que la idea está escrita en positivo, y pensando en solucionar un problema de compañeros nuestros, y que por lo tanto tienen unos derechos profesionales adquiridos.