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El Cristo del Amor hizo un precioso balanceo ante las puertas de la comandancia de la Guardia Civil

Los que llevan toda la vida mostrando su devoción al Amor, el Perdón y la Esperanza, dicen que hay tres puntos clave donde más se disfruta de los pasos, de esos que te ponen la carne de gallina. Uno es la calle o el callejón de San Carlos, a donde da un lateral de la iglesia de Cristo Rey, y por donde salen los tres tronos. El espacio es muy reducido, y excepto los privilegiados que tienen un balcón, cualquiera que quiera disfrutar de la salida tiene que irse horas antes. Pero es admirable ver como los costaleros se esfuerzan por hacer un giro que, a simple vista, parece imposible. No lo es, porque ayer, como todos los años, volvieron a salir los tres pasos, con toda su belleza y esplendor.

El otro sitio estratégico es la calle Maestra, pero tanto para esta procesión como para prácticamente todas. Una calle peatonal, recogida, donde los pasos se viven y se sienten muy cerca.

Y entre medias de uno y otro está el cuartel de la Guardia Civil, en la calle Ejército Español. El Cristo del Amor el primero en salir, precedido por sus nazarenos de blanco y azul, y con un olivo natural sobre el trono, al igual que el que porta cada Domingo de Ramos ‘la Borriquilla’. Subió la calle Cristo Rey con ese paso tan característico que cada año lleva el amor, con ese brío con el que lo manejan los costaleros, como si no cargaran peso. Al final de la cuesta, el público aplaudió a los costaleros, que hicieron un cambio de turno justo antes de enfilar hacia el cuartel, donde durante varios minutos se meció al paso delante de las puertas del mismo, para acabar la maniobra con el himno de España, interpretado por la banda del Despojado de Jaén.

Desde la Cofradía aseguran que volverán a intentar el indulto el próximo año

Le siguió el Cristo del Perdón, que hizo su gran maniobra en la curva que marca el paso desde la calle Cristo Rey a Ejército Español. A pasitos cortos, como bailando, el paso fue cambiando su orientación acompañado de los sones de la banda de música de la Expiración. Este año no ha habido indulto. La Cofradía del Perdón consiguió el año pasado recuperar una tradición que llevaba perdida más de 40 años, pero este año no ha sido posible. El Consejo de Ministros no ha concedido ningún indulto para la provincia de Jaén, ni para el Perdón de Jaén, ni para el Rescate de Linares. Desde la cofradía ya han anunciado que lo seguirán intentando. El año pasado fue una mujer, a la que quedaban por cumplir 17 meses de la condena de tres años que le fue impuesta por un delito contra la salud pública, la que consiguió el perdón.

El tercer paso es uno de los que más devoción despierta, el de la Virgen de la Esperanza. Como cada año, no faltaron los vítores. «¡Virgen, guapa!», «¡Esperanza, nuestra!», «Guapa, guapa, guapa», le iban gritando a medida que avanzaba. Precedida por sus nazarenos de blanco y verde y sus mantillas, las ‘levantás’ que hacen los costaleros a este trono son más que conocidas. La acompañó, como siempre, la banda de Nuestra Señora de la Amargura-Sociedad Filarmónica de Jaén.

Pétalos de flor

El paso de palio quedó casi cubierto de pétalos de rosa y clavel que le fueron lanzando a la Virgen en diferentes zonas de la ciudad. Los primeros, en la misma calle Cristo Rey. u los que dejaron una imagen única, los que cayeron entre la calle Campanas y la calle Maestra, con la Catedral de Jaén de fondo.

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